Todos los cuidados del Aloe Vera

Muchas son las personas que deciden cultivar esta planta en su casa, conoce sus cuidados básicos

28 ABR 2016 · Lectura: min.
Todos los cuidados del Aloe Vera

Hace ya varios años que los científicos descubrieron las propiedades del Aloe Vera. Desde entonces, lo hemos visto aplicado a multitud de productos relacionados con la higiene, la estética y la salud, y sus propiedades han acaparado muchas páginas en revistas y blogs especializados.

Por todo eso, muchas son las personas que deciden cultivar esta planta en su casa. Para ello, lo más recomendable es hacerlo en una maceta que no sea muy grande y trasplantarla conforme vaya creciendo. Normalmente, el cultivo del Aloe Vera se hace a través de los estolones. Cuando estos alcanzan un tamaño superior a los 10-12 centímetros, pueden cortarse y plantarse en la tierra de una maceta, dando lugar a una nueva planta. El mejor momento para hacerlo es el otoño y debemos escoger tierra ligeramente ácida y arenosa para favorecer su crecimiento.

A la hora de cuidar nuestra planta debemos prestar atención a las siguientes cuestiones:

  • Temperaturas suaves. El Aloe Vera es una planta que requiere unos cuidados muy sencillos. En general crece en climas secos y húmedos, pero sin que las temperaturas sean extremas, ya que un requisito fundamental para su crecimiento es que esas sean suaves, en torno a los 20°. Las temperaturas inferiores a 0° o superiores a 30° marchitan las hojas y pueden matar a la planta.
  • Luz, sí, pero moderadamente. A la hora de colocar nuestra maceta, es menester que la ubiquemos en un lugar resguardado de las bajas temperaturas y del viento. A pesar de que necesita mucha luz, durante los meses estivales es mejor tenerla a cubierto para que los rayos del sol no afecten a la planta. El sol directo oscurece las hojas, quemándolas. De ahí que sea necesario resguardarla cuando la temperatura es muy alta.
  • Cuidado con el esceso de agua. El riego debe realizarse cada quince o veinte días, aunque es cierto que en épocas de más calor puede demandar más agua, al igual que en épocas de más frío puede aguantar meses sin riego. Pero hay que tener mucho cuidado. El Aloe Vera no soporta el exceso de humedad, ya que las hojas se arrugan. De ahí que la tierra que hayamos elegido deba permitir el correcto drenaje del exceso de agua.
  • Lejos de aparatos que resequen la planta. Es una planta exterior, por lo que si la introducimos en casa para protegerla del exceso de frío o de calor tendremos que evitar colocarla en lugares próximos a radiadores, estufas o aparatos de aire acondicionado. La sequedad que emiten estos electrodomésticos provoca la caída de las hojas, deteriorando la salud de la planta.
  • No es muy propensa a las plagas. De hecho, no suele verse afectada en exceso por ataques de plagas. Los insectos que pueden hacer mella en la planta son las cochinillas y los ácaros. Un buen tratamiento fitosanitario acabará con ellos, permitiendo su crecimiento.
  • ¿Cuándo nos podremos beneficiar de sus propiedades? Al cabo de dos o tres años, comienzan a florecer. Es en este momento cuando podremos cortar sus hojas, bien para cultivar nuevas plantas, bien para hacer uso del gel que hay en su interior y que tantos beneficios aporta a nuestra piel en el tratamiento de picaduras de insectos, psoriasis, eccemas, etc.
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Escrito por

Raquel Rodríguez

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