La NASA intenta cultivar lechugas en el espacio
Artículo revisado por el Comité
La variedad de lechuga conocida como Outredgeous ha sido la elegida para intentar ser la primera especie vegetal que se pueda cultivar en determinadas condiciones en la Estación Espacial.
Fuente: Morguefile.
De todas las pruebas y experimentos que tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea llevan a cabo en sus bases estables en el espacio, el cultivo de verduras y productos frescos es uno de los que se trabajan con mayor atención y no sólo por cuestiones científicas.
Al parecer, transportar alimentos a la Estación Espacial supone una inversión de unos 15.000 euros el kilo, por lo que es imprescindible buscar alternativas para reducir este gasto sin que influya en la salud de los diferentes expertos que trabajan para estas organizaciones.
Sustancias antioxidantes
Así, la variedad de lechuga conocida como Outredgeous ha sido la elegida para intentar ser la primera especie vegetal que se pueda cultivar en el espacio. Por ello, los primeros brotes se llevaron a la base espacial el pasado mes de abril y, según indican los técnicos, están empezando a echar raíces.
La razón por la que se ha optado por este vegetal en primer lugar ha sido que, además de los aportes vitamínicos que supone, se presenta como una fuente importante de antioxidantes, por lo que resulta especialmente valioso a la hora de prevenir posibles consecuencias derivadas de las radiaciones cósmicas a las que pueden estar expuestos los astronautas.
Refuerzo psicológico
En función del resultado que se obtenga en este experimento, los expertos ya están valorando la posibilidad de cultivar otro tipo de especies como guisantes, rábanos o unos pequeños tomates parecidos a la variedad cherry.
De hecho, todo apunta a que la presencia de vegetales –es decir, otros seres vivos además de los astronautas- podría suponer un importante refuerzo psicológico, ya que implicaría tener algo más de contacto directo con elementos propios de la Tierra que, además, requieren un cuidado cotidiano y, por tanto, contribuiría a mejorar la estabilidad emocional.
Y, aunque esta no es la primera vez que se intenta cultivar vegetales en el espacio –hace algunos años se probó con otro tipo de lechugas que no dieron los resultados esperados-, en esta ocasión se han readaptado las condiciones externas para propiciar nuevas respuestas.