Vallas de jardín: tipos y mantenimiento

¿Vas a poner una valla en tu jardín? Lee este artículo y elige la que mejor se adapta a lo que necesitas.

31 MAY 2017 · Lectura: min.
Vallas de jardín: tipos y mantenimiento

Aunque pueda parecer obvio, las vallas de jardín actúan como elemento disuasorio de protección para el cercado de piscinas o espacios peligrosos para los más pequeños. Pero también tienen otras finalidades.

La principal función es la de proteger aquella zona cuyo acceso queremos limitar. Pero las vallas de jardín también permiten separar y definir distintos espacios dentro de nuestro jardín, aislar zonas o, simplemente, decorar. Porque no son pocas las ocasiones en las que las vallas, a la par que separan ambientes, decoran el jardín dándole ese toque rústico o natural que tanto nos gusta.

En el mercado podemos encontrar distintos tipos de vallas. Las más habituales son las siguientes:

Vallas de madera

Son las más comunes, pero también las que requieren de un mantenimiento mayor, a pesar de que sean muy resistentes. Estéticamente, aportan ese matiz tradicional y rústico que deseamos, razón por la cual son muy demandadas como elementos de decoración o para separar espacios.

La mayoría de las vallas de madera están tratadas para resistir situaciones climatológicas extremas, como heladas o nevadas, así como el exceso de humedad propio de las zonas de lluvia abundante o las inclemencias del sol del verano. Pero ello no impide que necesiten mayor mantenimiento que otras. Según el tratamiento que tenga la madera, habrá que pintarla o tratarla cada cierto tiempo para que no se deteriore ni se astille y se conserve en perfecto estado.

Vallas de PVC

Son la opción más solicitadas debido a sus ventajas: apenas requieren mantenimiento, son muy duraderas y resistentes, aun en condiciones meteorológicas extremas o adversas, no se oxidan ni se astillan ni se decoloran, no necesitan de ningún tratamiento especial para su conservación y, además, son muy fáciles de instalar y de limpiar.

Las hay de muchos colores, formas y tamaños, incluso completamente opacas. También podemos encontrar en el mercado vallas fabricadas en PVC que imitan la madera; están realizadas con un compuesto de madera y polietileno y son mucho más resistentes y duraderas que aquella, sin los cuidados específicos que conlleva la elección de este material.

Vallas metálicas

Las vallas metálicas son la tercera opción más demandada en cuanto a vallas para el jardín se refiere. Las vallas metálicas suelen emplearse no tanto para decorar ni separar espacios sino para conseguir protección y privacidad. Son muy resistentes y duraderas, así como muy fáciles de limpiar.

Casi todas han sido tratadas con productos anticorrosión, lo que reduce los efectos que los rigores climáticos puedan ocasionar en el cercado. No se astillan ni cambian de color, pero si no han sido tratadas correctamente, pueden oxidarse con facilidad. A pesar de que son las más resistentes y seguras, necesitan que realicemos trabajos de conservación de manera ocasional, que consisten, en la mayoría de los casos, en volver a tratar y pintar la valla.

Antes de decidir qué valla queremos para nuestro jardín es importante que tengamos en cuenta para qué la queremos. No es lo mismo que queramos decorar un espacio de la parcela que delimitar todo nuestro jardín y protegernos de los intrusos.

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1 Comentarios
  • FranciscoJavierGuijarroGaliano

    Necesito especialistas en vallas para jardín modernas y una parte acústicas en Alicante

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