Cómo cuidar las orquídeas
Artículo revisado por el Comité
Si las orquídeas reciben los cuidados adecuados, pueden durar mucho tiempo y tener además un aspecto mucho más bonito y saludable.
Una de las plantas más elegantes y distinguidas, es la orquídea. Por ese motivo es también una de las más compradas y hoy en día hay hasta 25.000 especies de orquídeas repartidas por todo el mundo. Tienen una gran variedad en cuanto a su tamaño, forma y colores, lo cual se debe a la investigación y a los diferentes híbridos que se han ido creando para obtener nuevos ejemplares. Las orquídeas pueden vivir sobre las ramas de otras plantas aunque también lo hacen perfectamente en superficie terrestre.
Todas sus flores tienen en común la existencia de tres pétalos internos o tres sépalos externos. Tienen fama de ser delicadas, difíciles y caras, pero estas tres características no evitan que sea una de las plantas preferidas por los amantes de la jardinería o por todos aquellos que deseen tenerla en casa. Sus cuidados son meticulosos pero sencillos:
- La temperatura debe ser media, siendo el mínimo de 12ºC y el máximo de 30.
- Para facilitar su crecimiento, es recomendable que el suelo en el que se cultive sea poroso y esté bien drenado. Además, debe ser enriquecido mensualmente con abonos ricos en materia orgánica.
- Deben estar ubicadas en lugares que estén protegidos de las corrientes de aire y que sean luminosos pero que no reciban directamente los fuertes rayos del sol.
- Su riego debe ser en función de las necesidades de cada especie y de las condiciones climáticas que haya a su alrededor, aunque como norma general deben regarse una vez por semana en invierno y cada dos días en verano.
- En general, puede decirse que es aconsejable un ambiente que ronde el 65% de humedad y que necesitan un suelo que pueda mantenerse siempre fresco y húmedo.
- El agua con la que se rieguen debe ser blanda y estar a temperatura ambiente.
Foto: Viveros Miquel