Cómo trasplantar un cactus pequeño
Artículo revisado por el Comité
Trasplantar un cactus pequeño es un proceso muy sencillo que no te llevará mucho tiempo.
Los cactus es recomendable mantenerlos en tiestos de pequeñas dimensiones, aunque en muchas ocasiones el recipiente en el que lo compramos es demasiado pequeño y puede impedir su normal desarrollo a partir de los dos años, que es cuando sus raíces y la parte aérea ya habrán sobrepasado el recipiente original. Por eso, será necesario trasplantarlo a un tiesto de mayores dimensiones para que pueda desarrollarse sin problemas, aunque no debemos elegir uno excesivamente grande ya que quedaría bastante feo.
Para evitar pinchazos durante el trasplante es recomendable utilizar un papel grueso, el cual doblaremos para poder sacar el cactus con su cepellón intacto. Sujeta con el papel la parte aérea del cactus pero sin apretar demasiado, cuando lo tengas bien sujeto, golpea suavemente el tiesto contra una superficie dura para conseguir extraer el ejemplar. Hazlo con cuidado para que no se te caiga la maceta o no se te rompa la planta. Poco a poco retira la parte superior del sustrato.
Utiliza para su nueva ubicación una maceta ligeramente más grande, cubriendo el agujero del drenaje con una bolsita usada de manzanilla, lo que evitará que el agua se estanque. Llena el nuevo tiesto de sustrato hasta la mitad, coloca el cactus con la ayuda del papel grueso y termina de rellenar la maceta con el sustrato. Golpea el fondo del tiesto contra una superficie dura para que la tierra se asiente bien al cactus. Cuando hayas terminado, espera un par de días antes de regarlo por primera vez.
No es necesario que abones el cactus trasplantado ya que el nuevo sustrato en el que se asiente tendrá los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo. No descuides su riego y, si ves que se te va a quedar el tiesto pequeño, vuelve a trasplantarlo tantas veces como creas necesarias.
Foto: Viveros Chaves