La jardinería ofrece una vía de escape a los refugiados sirios
Artículo revisado por el Comité
La ONG Save the Children imparte cursos de jardinería y horticultura para niños y adultos en campos de refugiados sirios en Jordania.
Aunque parezca casi imposible dada la situación de precariedad absoluta que existe en los campos de refugiados, todo puede renacer, sobre todo las plantas. Esa es, al menos,la premisa con la que la organización sin ánimo de lucro Save the Children ha ideado diferentes actividades de jardinería en los campos de refugiados sirios en Jordania. El objetivo final es conseguir que la horticultura se convierta en un medio de esperanza y autoayuda.
Trabajo con frutos
Desde 2011, Siria vive una guerra civil entre las fuerzas del gobierno de al-Assad y la oposición de los rebeldes. Debido a este conflicto, miles de personas siguen cruzando la frontera que les separa de la vecina Jordania y estableciéndose en diferentes campos de refugiados.
Uno de ellos, el de Za'atari, ha sido el elegido por un equipo de voluntarios de Save the Children para impartir lecciones teóricas y prácticas de jardinería y horticultura, tanto a adultos como a niños. Y, según parece, es un trabajo que ya empieza a dar sus frutos, según explica uno de los profesores, Mohanned Abu Farah, "esta actividad les ayuda a hacer algo con sus propias manos, lo que les proporciona un sentimiento único de logro. Hemos visto un cambio muy importante en su mentalidad y sus actitudes".
Perspectivas de futuro
La iniciativa no sólo sirve para tratar de establecer una rutina y una cotidianeidad en una situación tan complicada, sino también para ofrecer la posibilidad de aprender un oficio con el que se llegar a ser autosuficientes e independientes. De hecho, se imparten conocimientos sobre todo tipo de temas como, por ejemplo, la agricultura urbana, la permacultura o los cultivos hidropónicos.
Es, igualmente, una oportunidad para que los niños puedan ampliar un poco el reducido círculo de personas en torno al que se suelen mover y reaprendan valores fundamentales como el respeto, la confianza o la importancia del trabajo en equipo.