El mimbre para muebles y decoración
Artículo revisado por el Comité
El mimbre es de carácter ligero, versátil y de precio asequible.
El mimbre tiene la capacidad de adaptarse a distintas condiciones, lo cual permite confeccionar desde muebles de jardín hasta muebles para la casa, distintos recipientes para guardar ropa y juguetes e, incluso, lámparas, jarrones, marcos, macetas.
El mobiliario de interior de mimbre no desentona con la decoración de las estancias, pudiéndose combinar con muebles de otros materiales; lo ecléctico está cada vez más de moda. Sin embargo, el mimbre es muy rígido y requiere cojines que amortigüen su dureza en sofás y sillas. Los muebles de mimbre que soportan mucho peso se deforman, perdiendo estética y comodidad. Conviene, por tanto, repararlos cuanto antes.
Para cestos, el mimbre es ligero de transportar, lo cual le hace muy práctico; se pueden personalizar con fundas de tela, además de renovar su aspecto al cambiársela.Los adornos de mimbre son muy variados, ya que adoptan formas distintas y, pintados en color, resultan divertidos y alegres en cualquier rincón.
Al ser ligeros, los muebles de mimbre se pueden sacar al jardín, pero hay que evitar dejarlos a la intemperie, ya que el frío, y lluvia los deterioran bastante; y el polvo los ensucia, siendo difícil de limpiar.
Conviene cubrirlos siempre.
Es de carácter ligero, versátil y de precio asequible.
Los muebles y objetos de mimbre acumulan mucho polvo entre sus fibras trenzadas, por lo que hay que limpiarlos con frecuencia, con una aspiradora o un plumero. Para limpiezas más profundas, los que no tienen barniz, se pulverizan con una mezcla de agua y jabón natural y se aplica un cepillo de púas; si están barnizados, se puede utilizar una limpiadora de vapor.
Barnizar los muebles de mimbre es sencillo; sólo necesitamos un pincel o una pistola. Existe en un barniz especial para mimbre, que se adapta a sus características y tiene un secado muy rápido.