Síndrome del arnés, el gran desconocido de los trabajos de altura
Artículo revisado por el Comité
El síndrome del arnés, "mal del arnés" o "trauma por suspensión", es el gran desconocido de los trabajos de altura (más de 2 metros) y un factor muy importante a tener en cuenta.
El arnés es una pieza fundamental presente en todas las actividades que denominamos "de altura". Los trabajadores experimentados en este tipo de trabajos saben que en principio el uso prolongado del arnés no tiene mayor consecuencia que las propias molestias provocadas por la presión de las correas. Pero hay que tener en cuenta un peligro importante que pasa desapercibido en la utilización de un arnés, ya que debido a un accidente puedes quedarte suspendido e inmóvil y esto implica un grave riesgo para la persona suspendida que debe ser neutralizado lo antes posible ya que en cuestión de minutos esta persona puede perder la vida.
La suspensión posterior a la caída provoca una acumulación de sangre en las piernas debido a un fallo en el retorno venoso, debido a que las cintas del arnés actúan a modo de torniquete impidiendo de forma total o parcial el paso de la sangre. Si alguien le coloca de repente en posición horizontal, por ejemplo durante un intento de rescate, esa sangre sin oxígeno puede fluir al resto del cuerpo (síndrome de reflujo) y causar daños en los órganos vitales, cerebro, riñones y hasta provocar que el corazón deje de latir.
Este síndrome requiere de dos premisas para su aparición:
- Inmovilidad.
- Suspensión.
Cuando se está inconsciente la posibilidad de moverse no existe y por tanto el sistema venoso, especialmente en las extremidades inferiores, puede almacenar gran cantidad de sangre, dejando porca sangre circulando, lo que deja sin riego sanguíneo a órganos vitales. Estando en situación de suspensión e inmovilización la acumulación de sangre que se produce en las piernas puede llegar a ser del 60%. Debido a esto, se puede perder rápidamente la consciencia y si el síndrome avanza podría producir una hipotensión arterial.Los síntomas del síndrome del arnés pueden aparecer a partir de los 4-6 minutos de estar suspendidos y no suele ser posterior a 30 minutos. La posibilidad de sobrevivir cuando la suspensión es de más de dos horas es mínima.
- Debemos elegir un arnés integral anticaídas de nuestra talla y llevarlo correctamente colocado, además debemos colocarle otros medios de prevención como el dispositivo antitrauma.
- Adquirir la formación adecuada para realizar trabajos en altura.Mover las piernas para retrasar la aparición de los síntomas.
- Disponer de la formación y medios adecuados para una posible operación de rescate.
- Rescatar a la víctima en el menor tiempo posible.
- Después de un accidente dar prioridad al rescate.
- En cuanto al tratamiento lo más importante es la realización del rescate lo más rápido posible.
Además, conviene colocar al accidentado en una posición que favorezca su recuperación, esta posición puede ser:
- Agachado.
- En cuclillas.
- Posición semisentada.
- Si el herido se encuentra inconsciente debemos colocarlo sobre el costado derecho en posición fetal durante 30 o 40 minutos antes de pasar a la posición horizontal. Esta acción de pasar a horizontal debe ser realizada por personal sanitario o una persona cualificada.