Tus clientes esperan novedades para este verano

Parece que por fin el frío y el mal tiempo empiezan a alejarse y llega la hora de disfrutar del jardín como realmente merece. ¿Qué nuevas propuestas se les pueden ofrecer a los clientes para que disfruten al cien por cien del exterior de su hogar?

En primer lugar, y teniendo en cuenta que en la época estival es todo un lujo poder relajarse al atardecer sentado cómodamente en un balancín, se puede apostar por crear el mejor ambiente con luces decorativas.

No en vano, la iluminación del jardín suele ser un aspecto que no se considera prioritario cuando se decide adecuarlo y, sin embargo, favorece la creación de espacios realmente agradables.

Así, pueden ofrecerse pequeñas lámparas de diferentes formas –flores, cilíndricas, circulares, etc.- que se sitúen en lugares estratégicos para iluminar espacios concretos que se quieran destacar especialmente como, por ejemplo, la zona donde se encuentre el mobiliario o un camino de acceso a la casa y crear, con ello, un pasillo de luz. Incluso, y si se dispone de una piscina o algún pequeño estanque, se pueden colocar lámparas flotando en el agua.

Lo que debe cuidarse especialmente es el tipo de instalación eléctrica que se realiza ya que, generalmente, se trata de luces que permanecen encendidas durante muchas horas y, por ello, aumentan el gasto energético.

Sin embargo, las nuevas tecnologías permiten que, entre otras alternativas, se puedan emplear bombillas de bajo consumo especialmente adaptadas para exteriores, o aquellas que acuden a la energía solar diurna para alimentar su batería interna y que les permite brillar durante la noche sin que suponga ningún tipo de gasto adicional.

Igualmente, otro elemento que puede resultar especialmente útil en un jardín, sobre todo si éste se completa con una piscina o instalación acuática, es una valla que proteja el perímetro de la misma.

En estos casos, lo realmente importante es conocer el uso que el cliente desea darle a la valla ya que, si lo que busca es, simplemente, delimitar alguna parte concreta del jardín o separar diferentes zonas del mismo, predomina la función estética y los materiales empleados pueden ser variados –madera, plástico, hierro-.

Por el contrario, si el objetivo principal del cliente es convertir la piscina en una instalación segura y evitar accidentes –es decir, limitando el acceso de niños o mascotas a los momentos en los que haya algún adulto que supervise- se deberán tener muy en cuenta aspectos como la altura, el sistema de cierre o la visibilidad del agua desde el exterior, para ofrecer al cliente el modelo que cubra completamente sus necesidades.

Foto: Totexterior