Claves para realizar una poda de árboles con éxito

El propósito de una poda es, principalmente, obtener unos árboles fuertes, sanos y productivos, aunque además aprovechemos para mejorar el aspecto estético de los mismos. Es necesaria para facilitar una libre circulación del aire entre las ramas y mejorar la salud del árbol eliminando las ramas enfermas que producen un desgaste innecesario de energía al ejemplar.

25 FEB 2011 · Lectura: min.
La poda de una planta es el proceso de recortarla cuidadosamente para incrementar su desarrollo

La poda de una planta es el proceso de recortarla cuidadosamente para incrementar su desarrollo. Las razones más comunes para llevarla a cabo son la necesidad de eliminar las ramas muertas o envejecidas, el despeje de la copa del suelo, la prevención de peligros en la vivienda o alrededores o la mejora de la salud del árbol.

Existen tres tipos de poda: de formación (durante los primeros años para obtener una estructura de ramas principales fuerte y bien distribuidas), de mantenimiento (durante toda la vida del ejemplar para eliminar elementos indeseables) y las excepcionales (reducen drásticamente el volumen de la planta).

Como norma, el mejor momento para acometerla es a finales del invierno (evitando las heladas) porque, al estar en letargo, la pérdida de savia es menor. En este momento, además, la diseminación de ciertos hongos es mínima ya que están más inactivos y, por último, se puede observar mejor la estructura del árbol. Esto no quiere decir que no se pueda podar en otras épocas si hablamos de intervenciones muy ligeras o, en el caso de los que florecen en primavera, cuyo recorte se hará inmediatamente después de la floración. En algunas especies de frutales, el mejor momento es tras la recolección.

Es imprescindible que esta labor la realicemos con las herramientas adecuadas. El mercado nos ofrece una variedad suficiente para encontrar la que más se ajuste a nuestras necesidades. Siempre debemos cuidar que estén perfectamente limpias, desinfectadas y afiladas. En cuanto al corte de la rama, un principio para no equivocarnos es ver al árbol como un todo, decidiendo no solo por lo estético sino atendiendo a la salud del ejemplar. Cada corte debe hacerse por fuera del collar de la rama y, si se trata de una muy larga, mejor descargarla primero de peso para evitar desgarros. Por último, no está de más tener a mano un producto cicatrizante, para aplicar en el caso de pérdidas de savia demasiado fuertes.

Foto: Viveros Chaves

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