Cómo mantener la acacia siempre esplendorosa
Artículo revisado por el Comité
La acacia blanca es uno de los árboles más luminosos que se conocen. Sus flores blancas o amarillas tienen un atractivo único que favorecerá que cualquier jardín luzca perfecto durante la época de floración. Además, se trata de una planta muy valorada para la producción de miel.
Hay árboles y plantas que, sin lugar a dudas, aportan un toque muy especial y una luminosidad única a cualquier jardín. Y este es el caso de la acacia blanca, un árbol cuyo origen natural se sitúa en el centro y el este de EEUU, aunque llegó a Europa en el siglo XVII.
Su atractivo radica, principalmente, en sus flores, en blanco o amarillo muy vivo, que alegran cualquier espacio. De hecho, también se la conoce como floribunda en clara alusión a su abundante floración –floribunda deriva del latín floribundus, que significa, precisamente, muy florida-.
El género de la acacia y las pseudoacacias incluye tanto grandes como pequeños árboles que, además de embellecer el jardín, sobre todo en la época de la floración –entre marzo y junio- realizan una importante misión en la tierra.
Si bien es cierto que pueden ser consideradas como "plantas invasoras", consiguen enriquecer el suelo porque convierten el nitrógeno del aire en nitratos. Además, su presencia evita que, en caso de lluvias más o menos constantes, el suelo sea arrastrado y pierda toda la fertilidad, necesaria para poder reutilizarlo de alguna forma.
Igualmente, se trata de una variedad considerablemente resistente y que se suele adaptar bien tanto a los diferentes tipos de suelo –aunque es recomendable que no sean ni calcáreos ni muy húmedos- como a las variaciones de temperatura –puede llegar a soportar hasta menos 20 grados-.
Lo que sí necesita son espacios bien iluminados, tanto en el caso de las especies más pequeñas como de los árboles más grandes, que pueden llegar a alcanzar hasta 25 metros de alto. Además, la luz del sol permite que luzca aún más esplendorosa y con mayor brillo, llegando incluso a centrar la atención de cualquier jardín o espacio en el que se ubique, sobre todo si se plantan varios ejemplares de forma alineada.
Por otra parte, conviene tenerla en cuenta para la producción de miel ya que se trata de una especie muy apropiada para su obtención. Su madera también es especialmente valorada por ser muy dura y resistente, sobre todo si se planta en suelos ligeros, ácidos y profundos.
Imagen: Viveros La Mariposa
Tengo una acacia en versión bonsay los cuidados difieren con el natural